Reyes Católicos, el coliseo del equipo más longevo de la liga, se presentaba como el escenario perfecto para el partido más esperado por los parroquianos del local más verde de la provincia. Sin embargo hubo miembros del To-hoo que deslucieron la jornada, véase Gusti, Alfredo y Alex, que no acudieron al almuerzo de hermanamiento y echaron así por tierra la táctica prediseñada por el conjunto cubero de emborracharlos y dejarlos tirados en una cuneta de Los Palmerales.
Dado el cariz del partido, un derby con numerosos jugadores que habían compartido vestuario (si si, vestuarios en la alternativa...), se estudió la posibilidad de intercambiar placas conmemorativas del partido, pero dado que ambos conjuntos tienen un jugador en sus filas que vienen con la placa de serie incrustada en el cráneo se pensó que con eso ya valía. Con todo, en los prolegómenos el ambiente prometía un gran espectáculo: temperatura agradable, afluencia de afición, aceptable nivel de alcoholemia, Alfredo iba cojo,... Eliminando los datos de que la afición asistía al partido del campo de al lado y de que la baja de Alfredo jugaba en nuestra contra (nos hubiéramos visto más favorecidos con él sobre la cancha defendiendo sus colores), el partido comenzó con el guión marcado por los cuberos: toque y toque hasta ver claras las opciones, y defensa férrea sobre el Gusti por no venir a almorzar. Los goles acabaron por llegar, subrayando un gol desde
Bueno... igual algo más si pudo hacer... si, a juzgar por la expresión del Gusti, definitivamente algo más se podía hacer en ese gol.
La primera parte concluyó con un marcador escaso, pero en la segunda arreciaron con más fuerza en la meta de Tormo. Por su parte, Il Muro puso el candado en la portería a los delanteros del To-hoo, así que para que no faltase a su ineludible cita con el balón en sus redes el Gamba le echó una mano y marcó su primer gol en propia puerta de la temporada. Los otros detalles a resaltar del encuentro es que la morralla crustácea acabó el maleficio con su bestia negra y consiguió batir al Tormo por fin, una gesta que no está al alcance de todos, y por otra parte la gran mano que este mismo cancerbero sacó de la nada para despejar a corner un trallazo de nuestro Mijo.
A estas horas José todavía se está preguntando que pudo ocurrir aquella tarde de Enero para que Tormo parara su gran disparo, no puede dormir y sufre crisis de ansiedad.
El máximo goleador del partido fue Chus que consiguió un hat trick, mientras que Raúl y el crustáceo hicieron doblete. Il Muro, Marc, Sito, Alfonso y Miguel Navarro también se sumaron a la fiesta anotadora.
¡Vaya día!: Raúl crack. Vale que no jugara… pero es que el portero ya lleva más goles que él.
El crack: Il Muro. Solo le pudieron meter goles en propia puerta, y además le bastaron cinco minutos como jugador para batir con clase por bajo al Tormo.
El dandy: Tormo. Tapó muchas bocas con una bonita parada que aunaba velocidad, precisión y reflejos y que a buen seguro José no podrá olvidar.
Lo más duro: Rosi. En el almuerzo previo al partido se pidió una hamburguesa, le sacó la hamburguesa, y entonces ya se la comió, ante la atónita mirada del respetable.


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