Ha estado media temporada en su casa y la ha cuidado como si de su propia hija se tratara. Chus se levantaba temprano para airearla, ponerla un poquito al sol, y después acomodarla en su cama. La dejaba por las noches encima de su almohada favorita, la más mullida y acogedora, para que pudiera estar cómoda y feliz. Tanto cariño le cogió que acabó por bautizarla, la llamó “Suca” en honor a su origen. Pero sin que él pudiera evitarlo, aunque si por Chus fuera hubiera detenido el tiempo para que no llegara el fatídico día, el calendario liguero marcó el partido de vuelta. En su interior, Chus elaboraba excusas plausibles para justificar su ausencia… pero como en su corazón solo quería su bienestar, le preguntó directamente: “¿Eres feliz conmigo?”
Ella nunca le contestó. Más que nada porque era una gorra.
Chus, ante el silencio de Suca y llorando por dentro, decidió que era el momento de que ella volviera a casa. Así fue como este sábado, con la pista de patinaje como testigo, Chus le devolvió a Mori su gorra (aunque por la cara que puso, tampoco parecía que se acordara mucho de ella…).
Fin.
Obviando un prólogo que perfectamente nos podríamos haber ahorrado, el partido contra Sucos se dispuso como Raúl Crack había planeado durante toda la semana: disfrazándonos por carnaval. El conjunto cubero se disfrazó de Miracer por un día, y aun así obtuvo la victoria en un partido al que no le faltó emoción en ningún momento.
La desconfianza que se había creado en torno a la portería tras la lesión del Zamora se disipó por completo. Tras el fiasco del pasado miércoles, el equipo ha encontrado en Miguel Navarro un sustituto de garantías para la portería, con una gran actuación que hizo olvidar a Il Muro.
(Ahí queda eso Vicente…)
La primera parte presentó un juego más cabal, donde el equipo de Sucos, formado por siete (7) u ocho (8) jugadores en esta ocasión, alternó ataques estáticos con otros con portero-jugador, tónica que presidiría los 80 minutos de juego. Guerrero en el segundo palo abrió el marcador, y tras el empate del rival una jugada de estrategia volvió a dar sus frutos al equipo, colocando el 2-1 con el que se llegaría al descanso.
La segunda mitad se pareció más a un capítulo de Benny Hill que a un partido de fútbol sala. Contraataques para todos los gustos (3 para 1, 2 para 1, 3 para 2 y me llevo una, 3 paquí pero 2 pallá, y mi favorito, que parecía la final olímpica de
Pero el descojone general no se lo quita nadie.
Otro gol de corner acabó por cerrar el partido, aunque Sucos acabó perforando en dos ocasiones más la meta diestramente dominada por Navarro, estableciendo el 3-6 definitivo. Alfonso y su dudoso hat·trick (más fraudulento que otra cosa) encabezó la tabla de goleadores, secundado por los tantos de Guerrero, David, y del más polémico crustáceo.
El dandy: Raúl Crack. Nos deleitó con un movimiento tan poco entendible como extraño ante el portero rival, pero claro, todos los genios son unos incomprendidos.
¡Vaya semana!: Gamba. Tras salir goleado el miércoles, el cuerpo técnico decidió prescindir de sus servicios en la portería. Además es polémico, no sabe perder, se queja y no ha dedicado su gol al Chelito. Un cero (0) para él.
El duro golpe que supone para Il Muro la gran actuación de Navarro siembra de dudas el futuro del actual Zamora en el conjunto cubero. La plantilla cierra filas en torno al portero… pero para que no vuelva.
El crack: El “Avioncito” Alfonso. El autor del hat·trick más falso de la historia se ha roto nosequé ostias de la mano, pero el guarrazo del que se libró derrapando de cabeza por la pista prometía ser histórico.
Chus nunca logró superar su pérdida...
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