Un domingo y yendo sobrios, así de extraño se presentaba el partido para los cuberos, pero hay que jugar todos los aplazados o si no nos castigan por niños malos. Como adversario se encontraba el Inter de Matola, aunque más que un partido parecía una reunión de antiguos compañeros de equipos, lo cual hubiera sido mejor porque nos habríamos ido todos de botellón. Por otra parte, aunque la afición del Inter acudió en buen número al Coliseo Cubero, no pudo rivalizar con la hinchada de
Muy pronto se puso de cara el encuentro para los locales gracias al pichichi cubero, puesto que una falta le sirvió para adelantar a su equipo y pocos minutos después aumentaría la renta a su favor. Ya no se verían más goles en la primera mitad, caracterizada por la presión asfixiante del rival y la polémica por un “gol fantasma” que nunca entró, pero que según las declaraciones del Zamora de la liga “yo he visto un pie y no sabia de quien era, así que he echao el balón patrás”. Buena primera parte de Il Muro que dejó inmaculadas sus redes antes del descanso.
Al inicio de la reanudación no se apreciaron significativos cambios en el juego, el partido siguió con la misma tónica hasta que un desajuste defensivo estrenó el marcador visitante. El equipo cubero no se desarmó y anotó dos goles más, y cuando la uña de Alfonso se encargó de convertir una jugada perdida al lado del corner en el 5-1 todo parecía completamente encarrilado. A partir de ese momento el equipo contrario apeló al recurso del portero-jugador como única solución para volver a meterse en el partido… y vaya si lo hizo, a la afición de
Antes de la conclusión Il Muro demostró que a pesar de ser Zamora él a lo que aspira es a ser Pichichi, y con el gol entre ceja y ceja decidió que el momento de chutar a puerta era el mismo en que uno del otro equipo se encontraba delante de él mirando hacia otro lado. Afortunadamente, el balón no acabó dentro de ninguna de las dos porterias.
Con estos dos puntos el campeón de invierno consigue distanciarse de sus inmediatos perseguidores y obtiene un pequeño colchón para futuras cagadas, que nosotros sabemos mucho de eso.
El dandy: Il Muro. Disparó desde su propio área un chut al que poco le faltó para ser gol… en propia puerta, tras rebotar en la espalda de un contrario.
¡Vaya día!: Raúl Crack. Vale que tampoco jugó y que fue su cumpleaños… pero sigue teniendo menos goles que el portero. Se puede ser morralla, pero hasta cierto punto.
El duro: Gamba. Lesionó a un jugador contrario con una patada que nunca dio. Eso debe ser lo que llaman “saber pegar”.
El crack: Fermín el del banderín. Tragarse un fuera de juego de
En la foto podemos ver a uno de los jugadores más destacados del partido mostrando orgulloso al mundo su número de talla de calzones
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