Ayer en el Mariano Benlliure se jugó el partido más importante de la historia reciente de
Pero toda esta aglomeración de incidencias no es lo que confiere al encuentro esa importancia a la que se hace referencia al principio de esta crónica, sino aquello que ocurrió sobre el terreno de juego. Un parcial de 7-0 en contrra es como para dejar tocado a un equipo que en el minuto 10 de la segunda parte era un juguete en manos de Drink Team, que hacía lo que quería con el líder y lo aplastaba por 7-1. Pero ese segundo tanto que tan pronto podía haber llegado como no haberlo hecho, a tenor de lo que estaba sucediendo en la cancha, despertó el orgullo de un líder que poco a poco se fue acordando de cómo se jugaba a esto y, mucho más importante todavía, que todavía no había puesto cojones sobre la pista. El tercer gol despertó la curiosidad por nuestras posibilidades reales, y el cuarto la rabia.
El fanatismo con el que celebramos cada nuevo gol en el casillero nos empujaba hacia la remontada, ante la incredulidad de un Drink Team que era consciente de haber matado a un equipo y que no obstante se encontraba delante de su resurrección. El empate hizo mucho daño al mejor equipo de la segunda vuelta, mientras que el líder explotó en el gol que igualaba el marcador. En ese momento la victoria ya era inevitable. Los siguientes goles y los gritos de rabia reprimida que los celebraban no eran más que el reflejo de un equipo que demostró que ha sido el mejor de la liga a lo largo de la misma. El parcial de 10-0 contra todo un Drink Team así lo atestiguan.
Un parcial de 10-0 después de haber muerto con un 7-1 en contra, y que vale un alirón. Los hechos lo demuestran, este ha sido el partido más importante de la historia reciente de la alternativa, un partido épico, un partido de rabia, un partido con el que es la ostia haber ganado el título.
Perdonen todos ustedes que sea tan flipao. Esto bien adaptado podía ser el guión de una americanada a la vieja usanza, donde los Estados Unidos salvan al mundo un día más, ¿es o no?
En realidad hay que decir que no fue el partido más importante para todos, y es que resulta difícil entender como Raúl Crack dejó de lado al equipo que patrocina y capitanea. Este debe haber muerto de éxito y ya un título más como que se la suda. De todos es conocida su foto tocándose los huevos en el banquillo, que ilustraría bastante bien el tema.
Bueno, y siendo esta una crónica sobre un partido de
También es verdad que encajó los 7 goles y hasta que no salió del campo cediéndole la portería a Miguel Navarro el equipo no inició la remontada, pero no lo diremos muy alto tampoco. Solo lo diremos y punto, por meter mierda más que nada, que a eso ya lo debemos tener acostumbrado.
Pero el momento de oro del partido fue protagonizado por otro de los grandes, alguien que siempre está ahí para hacernos reír, o para descojonarnos de él, según se mire. Muchos de nosotros revivimos aquel momento en el que, siendo pipiolos, vimos en
JLMG1989 (si es que ese es tu verdadero nombre), por favor, POR FAVOR, cuando hagas el video del resumen solo te pido que aparte de los goles pongas ese momento en el que Chus desaparece tras la grada. Sería el video más visitado de Youtube, te lo garantizo.
Y a colación de esto, un último apunte:
DOY GRACIAS A DIOS POR TENER GRABADO EL PARTIDO!!!
Bueno, y al cámara un poquito también.
Y este viene siendo un poco el resumen del 7-11 que nos hace campeones de liga. Marc (+) y
Los cracks: Cafetería Chus. Increíble chavales.
¡Vaya día! Gusti. Si hubiera sido un poco menos capullo ahora sería campeón, pero su apego a los colores y a su portero le hicieron desestimar nuestra oferta.
El dandy: Carlos “Chelito” López. Fue copartícipe de una épica victoria al inspirar los goles morralleros. Chelito se quedó sin mojar, pero a
El duro: Chus. Más duro que las piedras el colega, va y se cae por el barranquillo, y como si tuviera un muelle en el culo, vuelve a aparecer de un absurdo salto en vertical cual dibujo animado.