domingo, 22 de marzo de 2009

A tumba abierta

A su llegada al coliseo JPFero, si había algún jugador crecido antes del pitido inicial, ese era Il Muro. Tras el recital mostrado en el campo de fútbol·7 de Hondon de las Nieves, magnífico estadio situado entre dos bancales sin apenas vallas que evitaran la fuga de balones y sin agua en las duchas (más de uno se tuvo que enjuagar en el lavabo), el actual Zamora se presentaba hoy en la cancha con la moral por las nubes. Su habitual indumentaria había evolucionado hacia la de un portero en toda regla: había cambiado el ruinoso pantalón de chándal con un 14 en la pernera (porque no era un siete, era el doble por lo menos) por el pantalón corto que le sirvió de talismán en el campo de juego de Snows’ Deep(ón), con el que paró todo lo parable (porque, reconozcámoslo, el gol que le clavaron era imparable…). Il Muro venía dispuesto a dar un golpe en la mesa y demostrar porque es el Zamora.


El golpe lo ha dado, y lo de demostrar lo del Zamora… Yo no voy a decir nada más que si no me cae, me limitaré a transcribir las palabras de Miguel Killer: “Se hace saber a todos los cuberos que salimos a 3 euros para comprar el micrófono a Il Muro”.


En otro orden de cosas, el Ramón LLull fue escenario de un partido con emoción de principio a fin, en el que JPF puso contra las cuerdas al líder en un encuentro que podía haberse decantado para cualquiera de ambos conjuntos. Finalmente el cuadro (en cuadro, porque con dos morrallas, dos cansaos y encima Chus ya me contarás) cubero se llevó el gato al agua merced a la puntería en las contras y a la botella de peche (4 estaciones) que dirigió el encuentro desde el banquillo.

Ante la plaga de bajas sufrida que menguó el número de jugadores hábiles para disputar el encuentro, varios jugadores en la convocatoria tocados y otros tantos que venían de jugar partidos en la local, en muchas fases del partido el equipo se echó para atrás y terminó defendiendo casi en su propio área al más puro estilo “Catenaccio”. En la segunda parte se logró estirar en mayor medida las líneas en defensa, y aunque la tónica en la mayoría de lances defensivos seguía siendo la misma el equipo puso empeño en defender más arriba, lo cual ayudó a que los contraataques resultaran más letales. Un inusitado acierto cara a puerta del líder hizo volar los 2 puntos hacia el local más verde de la provincia.

El partido se puso de cara muy pronto para los cuberos, con dos goles a favor en los primeros minutos, pero resultó ser un espejismo y JPF le dio la vuelta al marcador en otros pocos minutos, con decisivas actuaciones de Il Muro que no acababa de encontrarse cómodo con su nueva indumentaria. La desgracia se cebó con el conjunto cubero cuando, de pronto, un jugador que no iba a aparecer hizo acto de presencia: Raúl Crack. Ahí Chus lo vio todo perdido (todos recordamos su frase al susodicho para que entrara a jugar contra Cafetería Emilio: “Entra, que si perdemos no pasa nada”). Las bicicletas del extraterrestre y las paredes de JPF, unidas a la defensa murciélago de los cuberos, ponían contra las cuerdas a un líder que no obstante consiguió de nuevo ponerse por delante gracias a un gol en propia puerta del rival, en el cual Killer sacó de banda hacia el crustáceo, y el rubio platino no la tocó aunque creó el desconcierto, así que dudamos a quien conceder la autoría de dicho tanto.


Última hora: Alfonso se lo ha pedido para su casillero.


La primera parte concluyó con los locales colocando el empate en el marcador en la última jugada, y en la reanudación volvimos a asistir a un partido lleno de emoción e incertidumbre en el marcador, aunque en los minutos finales ya fue la reostia la cosa. A falta de 5 minutos JPF de penalty colocó las tablas en el marcador, la Chus logró encarrilar la victoria con dos goles más, y para finalizar los locales redujeron a un gol el tanteo en la última jugada. Un partido emocionante y jugado de poder a poder, y si a ello le añadimos la victoria, ¿qué más podemos pedir?


Ah, si: que Vicente hubiera parado alguna.

(Esperamos con vehemencia que nos repitas eso de “tú di lo que quieras, pero mira mis números, números de crack”. Total, te vamos a meter la misma caña, y más cuando veamos el video de este partido…)


El duro: Raúl Crack. Tras un cursillo intensivo impartido por su hermana, repartió collejas a diestro y siniestro durante la concentración pre·partido. Meter collejas, las mete, pero lo que son goles…

El crack: Il Muro. Había preocupación en el seno cubero tras el partido del jueves porque no sabíamos si habían suplantado a Vicente, pero él mismo ha sabido terminar con la incertidumbre: si, sigue siendo él.

¡Vaya día! Gibraltar. Sigue sin ser español.

El dandy: El Gusti. Había rumores de que era como Kluivert, que era un ariete “con gol cero”, pero en Hondón de las Nieves demostró que los tantos corren de su cuenta. Mientras no sean caliches, lo que haga falta…



Esta era la portada del diario Información el viernes, donde el gran partido de Il Muro no pasó desapercibido para los ojeadores del conjunto blaugrana. No obstante, fuentes cercanas al club aseguran que el interés por el actual Zamora se ha enfriado tras el último encuentro

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